Deje de gastar energía en discusiones sin sentido

Discusiones la semana pasada, discusiones esta semana, discusiones ayer, hoy. Seguramente ha tenido muchas, incluso acaloradas sobre ciertos temas. Sabemos de sobra que hay un tema por excelencia por el que la mayoría de la sociedad discute y es la política. Los temas que incluye, por mencionar algunos son seguridad, economía, política internacional, etcétera. En este articulo, describiré como dejar de gastar energía en discusiones sin sentido y cuáles son las claves para no caer en la trampa.

Mas allá de cuál o cuáles sean los temas, estoy seguro de que una vez terminada la discusión, independientemente de quien la «gano», le debe haber pasado que ha terminado como si hubiera corrido una maratón, incluso, me atrevo a decir hasta con el corazón latiendo muy rápido. ¿A que alguna vez le ha pasado también?. No es el único.

Veamos algunos ejemplos

Pero antes le voy a relatar lo que me sucedía a mi. Hace unos meses o casi un año también perdía el tiempo y la energía en discusiones de redes sociales como ser Instagram, Twitter o «X» ahora. Y como dije antes, también en discusiones sin ningún sentido como ser de política, de fútbol o algún otro tema irrelevante para mi vida. Me pasaba cierto tiempo de mi valioso cronos discutiendo cuestiones absurdas que nada iban a cambiar la perspectiva de mi interlocutor y menos la del país. Ni hablar de la energía y saliva derrochada en intrascendentes charlas sólo con el objetivo de dar ejemplos y fundamentos de mi visión con la mera intención de tratar de derribar el argumento del otro.

Me daba cuenta luego de la «discusión» que terminaba agotado habiendo malgastado mi energía y hasta quizás teniendo algún roce con alguien cercano por temas superfluos. Viendo que mi vida no cambiaba en absoluto, que había malgastado horas y que todo iba a seguir igual fue cuando supe que tenía que dejar estas discusiones sin sentido y banales que no me daban ningún tipo de aporte a mi vida.

Veamos algunas ejemplos de este tipo de discusiones en situaciones como:

  • Momentos mirando la televisión donde se está tratando cierto tema.
  • Reuniones familiares o de cualquier tipo.
  • Conversaciones entre amigos/colegas/compañeros de trabajo/pareja.
  • Conversaciones con algún chofer de taxi/Uber.
  • En un posteo de redes sociales.
  • Streams.

Discutir un tema, cualquiera sea, por el solo hecho que intente tener la razón más no tener la intención de intercambiar conceptos es una pérdida de tiempo y de energía.

¿Por qué discutimos?

La gente discute porque hay un desacuerdo de conceptos u opiniones entre las partes involucradas. Además de una necesidad de tener razón y querer convencer a los demás. Este acto lleva a que cada una emita sus argumentos sobre el tema que se está tratando, como una especie de debate. Esto lo puede combinar dando ejemplos, dando datos válidos y hasta pruebas en ciertos casos. Lo cual hace que sea enriquecedor no solo para quienes discuten, sino para quien está presenciando ese momento.

Pero hay discusiones y discusiones. Las hay en las que intercambiamos conceptos y puntos de vista sin perder las formas como comentaba en el párrafo de arriba y las hay cuando se tocan fibras íntimas muy arraigadas en las que se cruzan límites y no hay vuelta atrás. Este tipo de discusiones son las que uno debe evitar.

Cuando se cruza el límite del respeto es indicador que ya se perdió la objetividad y todos los fundamentos de la discusión.

Consecuencias de las discusiones

Según que tipo de discusión se dé, hay diferentes tipos de consecuencias. Las que son positivas y las negativas.

Comencemos con las positivas:

  • Enriquecedoras: Se ha discutido un tema en concreto habiendo sido expuestos argumentos, ejemplos, datos, explicaciones. Se dieron a conocer puntos de vista distintos.
  • Dejan algo en qué pensar: Puede no estar de acuerdo pero lo dejan pensando sobre una arista que no había tenido en cuenta.

Ahora las negativas:

  • Efectos sobre la salud: aumento de presión arterial, agotamiento físico, tensión corporal, aumento de los niveles de azúcar en sangre, entre otros.
  • Peleas: no solo en lo acalorado de la discusión, sino hasta físicas.
  • Mal momento: generar un momento de tensión si hay gente alrededor, afectando indirectamente a otros.
  • Tiempo: Se pierde tiempo valioso que puede ser utilizado de una manera mucho mas sabia.

Cómo evitar engancharse en discusiones

A esta altura la solución es obvia: no caer en la discusión acalorada que no lo lleva a nada y que conlleva consecuencias negativas. Pero voy a ahondar un poco para desmenuzar la idea.

Redirige la conversación a algo productivo

Cuando note que la discusión se esta volviendo espesa, rediríjala hacia un lugar que sea constructivo, evitando caer en la contienda.

Controle sus impulsos

Antes de responder con vehemencia, trate de preguntarse si vale la pena. No devuelva el golpe. Cálmese y tómese un tiempo para pensar lo que quiere decir.

Ignore debates irrelevantes

No pierda su foco en una polémica sin sentido.

Haga foco en sumar

Siempre centrarse en sumar a una causa le dará muchos mejores resultados que engancharse en reyertas banales. Considere si hay puntos en común. Proponga soluciones en conjunto.

En conclusión

Visto y considerando el desgaste que producen las polémicas sin sentido no solo a nivel físico, sino a nivel de relaciones interpersonales, lo más sano es ignorar todas aquellas que no sean para enriquecerse intelectual y filosóficamente para una mejor salud. Tenga en cuenta y recuerde cómo actuar en escenarios en que la discusión esté a punto de quebrar todas las formas de respeto. Ahora con estos tips, ¿Cuánta energía y salud puede aplicar para su bien y sus metas? Use sabiamente sus recursos.

Bienestar Evolutivo
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